Los preparativos a gestionar antes de comenzar nuestra aventura mochilera dependen, entre otros, del tipo de viaje que realicemos, tal y como se expuso en la Conceptualización del Viaje.
En el post anterior (click aquí) se expusieron una serie de preparativos que no conviene dejar para el final. El resto de preparativos pueden gestionarse con menos margen temporal, pero ¡cuidao que no nos pille el toro! Y si nos pilla, tampoco hay que agobiarse demasiado: según el destino que escojamos es fácil que podamos encontrar ropa, mochilas, repelentes, mosquiteras… a un precio incluso mejor que en nuestro país de origen.
- Mochila y saco
Es importante que la mochila sea cómoda y ligera, preferiblemente con ventilación en la espalda, con asas anchas para que no se claven en los hombros, con sujeción a la cintura y al pecho, con diferentes compartimentos y con funda impermeable. Para mi gusto la capacidad ideal en estos casos es de 60L, ya que generalmente sus dimensiones entran dentro de los límites del equipaje de mano. No conviene cargarla demasiado, por comodidad y porque durante el viaje la iremos llenando de algún que otro recuerdo material. En cuanto al peso, 7-8 kg es bastante razonable: hay compañías que establecen un peso límite de 7kg para el equipaje de mano, aunque generalmente el límite suele estar en 10kg. A parte de la mochila principal, es interesante llevar una adicional de pequeñas dimensiones para el día a día una vez asentados en algún lugar en concreto.
Nunca se sabe dónde acabaremos durmiendo y, por tanto, un saco de dormir siempre viene bien, típicamente acompañado de un aislante o esterilla. El tipo de saco estará asociado al tipo de clima por dónde nos vayamos a mover.
- Ropa y calzado
Para poder ir con poco peso, generalmente voy escogiendo climas/épocas que me permitan llevar poca ropa y aplicar la “regla de 3”: 3 camisetas, 3 partes de abajo (pantalón o bermuda), 3 piezas de ropa interior y 3 calcetines. De esta forma, llevo 1 puesta + 1 recién lavada + 1 limpia. También suelo llevar 1 chubasquero + 1 sudadera. Para aislar la ropa y comprimirla, es buena idea emplear bolsas de plástico con cierre hermético: de esta forma la ropa no se contamina con otros olores y, en el más que probable caso de que nos pille un chaparrón en medio de la nada, nos aseguraremos de que no acabe chorreando…
En cuanto al calzado, con unas simples chanclas cómodas para andar (que abracen todo el pie y tengan una buena suela) suele ser más que suficiente. En el caso de que nos vaya el trekking o andemos por sitios más comprometidos, sería recomendable llevar también calzado técnico.

- Botiquín, higiene personal y anti-mosquitos
Antes de preparar este capítulo conviene consultar las políticas de restricción de equipaje de mano de la aerolínea. En el botiquín llevaremos típicamente algún antibiótico, paracetamol, ibuprofeno, protector gástrico, desinfectante para heridas, tiritas, gasas, las archiconocidas pastillas de Malarone… En cuanto a la higiene personal, pues lo que acostumbremos a llevar en nuestras escapadas (depende de cada persona y sexo). Finalmente, existen múltiples formas para tratar de evitar las siempre molestas picaduras de mosquitos: repelente anti-mosquitos (más eficaz cuanto mayor es el índice DEET), mosquiteras, tratar la ropa con permetrina… Nótese que estos productos tienen cierto grado de toxicidad, por lo que hay que informarse de los protocolos y los posibles riesgos para la salud y el medio ambiente antes de su aplicación.
- Dispositivos electrónicos
Este es un tema muy particular. En mi caso suelo viajar con un portátil de 10.1 pulgadas de menos de 1kg de peso, una cámara normal y otra deportiva (subacuática) y un Smartphone. Importante llevar un adaptador para los enchufes y alguna pequeña regleta, baterías de recambio y alguna batería externa o solar por si no tenemos acceso a la red eléctrica.
En cuanto a las tarifas de teléfono, para mi gusto lo ideal es llevar un teléfono libre e ir adquiriendo tarjetas locales en cada destino, en caso de que realmente las necesitemos (en muchos sitios es relativamente sencillo comunicarnos con familiares y amigos vía Wifi, por lo que ni tan siquiera sería necesario disponer de crédito para llamadas). Al menos hasta que las tarifas roaming "around the world" sean más asequibles...
- Dinero
Desgraciadamente no en todos los lugares del mundo aceptan el pago con tarjeta, por lo que el dinero en efectivo y una buena riñonera serán grandes compañeros de viaje.
Hay bancos que ofrecen sacar dinero de cualquier cajero del mundo sin comisión. Sin duda esta es probablemente una de las mejores alternativas, pero hay que tener cuidado porque este slogan es algo engañoso: hay países como Tailandia donde, efectivamente nuestro banco en cuestión no nos cobra comisión, pero donde la entidad local nos cobra 5 euros (al menos en estos momentos) por cada retirada de efectivo. Por tanto, debemos informarnos antes de este aspecto para ahorrarnos sorpresas durante el viaje. Es aconsejable llevar varias tarjetas y, si una es VISA y otra MASTERCARD, mucho mejor.
A parte de esta opción, siempre es bueno llevar efectivo en euros o dólares, que podremos cambiar en cualquier casa de cambio (preferiblemente fuera del aeropuerto, donde el cambio suele ser más desfavorable). Por mi experiencia personal, esto sale mejor que solicitar la divisa directamente a nuestro banco antes del viaje, ya que la comisión del banco suele ser mayor que la de las casas de cambio. En algunos países de Latinoamérica conviene informarse también sobre las tasas de cambio “oficiales” y “extraoficiales”.
- Seguro de viaje
Al igual que en el día a día los accidentes son algo poco probable, no deberíamos temer demasiado a sufrir algún percance grave durante el viaje. Quizás sea por esto que nos cueste realizar una inversión inicial en un seguro, especialmente si vamos a viajar con un presupuesto limitado. No obstante, los costes derivados de sufrir algún accidente o de requerir atención médica, aunque no sea de extrema gravedad, pueden llegar a ser muy altos si no se está asegurado. En mi caso, he viajado sin seguro y con seguro, y la tranquilidad que te aporta el segundo caso bien vale el precio del mismo. Tras comparar diferentes opciones (con el consumo temporal que conlleva), me decanté como muchos por el Seguro de viaje mochilero de IATI. Tal y como podéis consultar en el enlace anterior, tienen un tipo de seguro con buenas coberturas que se adapta muy bien a los posibles requerimientos del viajero mochilero. Además, si entráis a través del siguiente link, dispondréis automáticamente de un 5% de descuento:
- Guías de viaje
Resulta muy útil adquirir guías de viaje de los países que vayamos a visitar para hacernos una idea de los lugares de interés, leer sobre su historia, tener una idea de las opciones de comida/alojamiento/ocio, precios… No obstante, si el factor temporal no es limitante, es totalmente recomendable mirar más allá de la “biblia del viajero” para sorprendernos con múltiples recodos sin etiquetas.
- Alojamiento
Personalmente, la reserva de alojamiento es algo que prefiero realizar "in situ" para no perder la componente aventurera del viaje. Tal y como se expuso en la Conceptualización del Viaje, al fin y al cabo, sería imposible experimentar la "suerte" si no se la invita a que aparezca ;) y, en el caso de que no apareciera, recibiríamos una clase magistral de la escuela de la vida. Todo ventajas, jeje. No obstante, sí que sería recomendable realizar una reserva de alojamiento en el caso de que se vaya a asistir a algún tipo de evento multitudinario o sea un destino muy demandado.
Existen otras alternativas de alojamiento fuera del terreno comercial, quizás más asociadas con el concepto de “slow travel”, como voluntariados, cooperación, hosters… Hay diversas webs que permiten poner en contacto a toda una creciente comunidad viajera, pero conviene comenzar la toma de contacto con cierta antelación dado que en ocasiones el tiempo de respuesta puede ser más largo de lo que, en un principio, esperamos.
- Copias de los documentos importantes
Por lo que pudiera pasar, siempre es bueno disponer de una copia física de los documentos importantes: DNI, pasaporte, permiso de conducir, visa… También resulta interesante subir una copia digital de los mismos a algún repositorio accesible online. En mi caso uso Dropbox (si aún no lo conocéis podéis daros de alta haciendo click aquí).
Aunque suene obvio, no conviene llevar juntos los originales y las copias; una opción muy común es llevar los originales siempre encima guardados en una riñonera y dejar las copias en la mochila. A mí personalmente, no me gusta separarme en ningún momento de los originales, ni tan siquiera cuando en algunos países te solicitan el pasaporte, por ejemplo, para alquilar una moto. Siempre es posible acordar con ellos el pago en metálico de alguna fianza, amén de otras estrategias con un nivel de legalidad similar al hecho de que un particular te retenga, bajo su propio interés, tu documento de identificación personal…
¡Espero no haberme enrollado demasiado! No olvidéis consultar los preparativos que es conveniente gestionar con más de un mes de antelación haciendo click aquí. Además, a modo de ejemplo particular, aquí os detallo todos y cada uno de los elementos que llevo en la mochila en este viaje sin vuelo de vuelta.
Y, por supuesto, si tenéis alguna aportación, duda o sugerencia, no dudéis en dejar un comentario. ¡Gracias por leer!

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