


2. Sueño para el recuerdo...
Puerta de entrada a un nuevo mundo.
Extenso.
Profundo.
Donde las olas te acunan junto al umbral,
donde el silencio se adorna con el ritmo al respirar,
donde todo es lento o tremendamente fugaz…
Se duplican las direcciones al sumergirte en tres dimensiones
y la gravedad se aleja siguiendo el juego de tus pulmones.
Genuinas sensaciones en el leviatán,
entrar en este universo es toda una lección de humildad,
una simple gota en la inmensidad del mar.
Vulnerabilidad que va de la mano de este sueño de una noche de verano,
de mantas, sepias y tiburones, de corales con tantos colores,
de loros, cirujanos y payasos, de rápidas barracudas tras el ocaso…
Acaso demasiados humanos sobre un fondo lleno de arrugas
para saludar a quien dio nombre a este singular espacio,
pero con paciencia entre erizos y orugas,
aquí está: esto es Isla Tortuga.






