Chiang Mai

1. Reportaje fotográfico


















2. Sueño para el recuerdo...

Algún día, cuando sea grande, seguiré ese camino que lleva a todas partes. 

Mi hermano lo intentó ayer a escondidas con la vieja Honda de mi padre, pero en seguida tuvo que volver a Ban Kun Chang Kian con algún que otro rasguño… Él dice que fue porque los señores raros que vienen a la aldea le sacaron del camino con sus ruidosas motos, pero yo creo que le cuesta reconocer que aún no tiene suficiente fuerza para empujar ese amasijo de hierro por la arenosa y escarpada colina llena de baches… Además, esos señores no parecen tan malos, aunque no sepan hablar y estén obsesionados con los “selfies”, siempre sonríen y le compran cosas a la abuela. No son como el resto de hmongs, ¿de dónde vendrán? Tengo que descubrirlo algún día… Así que seguiré buscando elefantes en la jungla, ellos pueden llevarme más allá de donde sale el sol sin tener que esperar a que pueda empujar la vieja Honda de mi padre. Estoy convencido de que el elefante blanco del que me habló mi abuelo, aquel que dicen que transportaba los restos de Buda, tenía una gran familia. Hace mucho tiempo que su cuerpo sagrado descansa no muy lejos de aquí, bajo el templo que se construyó en su honor; son muy tímidos, pero si estoy atento quizás encuentre a un familiar que venga a verle. O quizás la Familia Real les deje su residencia de verano cuando no estén, según he oído está de camino al templo. Tengo que hablar con el Rey, seguro que él sabe dónde viven. Y si no, me esforzaré por llegar a la gran ciudad, dicen que hay muchos templos y gente sabia tras cruzar el gran foso y saludar a los 3 reyes, aunque mi padre siempre vuelva enfadado de allí por el bullicio y el tráfico. Es normal, hay mucha gente y cada vez más señores raros; según dicen en la tele, parece ser un buen lugar para ver la vieja cultura Lanna y tailandesa en general, aprender su gastronomía, su lengua, sus masajes, sus tradiciones, sus diferentes tribus, disfrutar de su naturaleza…

Sí, allí descubriré dónde podré encontrar esos elefantes blancos con los que cruzar las montañas y ver el templo de sus antepasados y visitar la casa del Rey y atravesar la jungla y llegar hasta el mar y más allá de donde se pone el sol y llegar la aldea de los hombres raros y hacerme “selfies” con ellos… algún día, sí, algún día.



10 comentarios:

  1. Saluda de mi parte al elefante blanco si te lo encuentras Bsssss. Muaks, muaks

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  2. Saluda de mi parte al elefante blanco si te lo encuentras Bsssss. Muaks, muaks

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  3. Si encuentras el elefante es que hay selva, si hay selva es que hay vida, si hay vida es hay futuro.

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  4. Preciosas fotos, ¡qué experiencia!

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  5. Respuestas
    1. Muchas gracias! Espero que el blog sirva para transmitir al menos un poquito de toda la belleza que hay por estas tierras, un abrazo!

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